IMÁGENES

IMAGEN DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO

La Imagen titular de la Cofradía es Ntro. Padre Jesús Nazareno. La actual sustituyó a una anterior imagen de la cual se desconoce su localización y los motivos que llevaron a esto.
A día de hoy solo conocemos que la actual imagen de Ntro. Padre Jesús Nazareno llegó a Iznájar sobre 1700 y fue costeada por D. Antonio Hurtado en 1702.
Debido a la pérdida del más antiguo libro de actas con el que contaba esta Cofradía, lamentablemente, hoy no podemos conocer más que los datos aportados verbalmente a esta Cofradía por D. Serafín Elena García, difunto Párroco Emérito de Iznájar y D. Ángel Aroca Lara, Cronista Oficial de la Villa de Iznájar, basados ambos en  anotaciones tomadas directamente de dicho libro.

En el año 1999, a raíz de la esmerada labor de restauración que se llevó a cabo por parte de D. Domingo Campillo (La Zubia-Granada), esta Cofradía comienza a profundizar más en las características histórico-artísticas de su titular y ubica la talla en la escuela barroca granadina del ultimo tercio del siglo XVII y principios del XVIII. Hay quien se atreve incluso a acercarla a los talleres de José de Mora, sin tener datos que lo confirmen.

La imagen de Ntro. Padre Jesús Nazareno de Iznájar está considerada una obra perfeccionada y de madurez de su escultor, Antonio del Castillo según se desprende del libro de D. Jesús Romero Benítez "Antonio del Castillo - Escultor antequerano 1635-1704". Una imagen de vestir, talla de madera con los brazos articulados y el cuerpo solo devastado, aunque presenta gran parte de las piernas pormenorizadas y policromía que rebasa las rodillas. Fue concebida con la cabeza rapada para adaptarle una cabellera. Destaca la expresión de su rostro; porta cruz de carey y cantoneras plateadas.

Hasta que las esquivas fuentes documentales no nos proporcionen otra información, para la Cofradía de Ntro. Padre Jesús Nazareno y Santo Entierro de Iznájar, nuestra talla parte cronológicamente de 1.702, y su autoría será de Antonio del Castillo, escultor antequerano fallecido en 1704.

Cuerpo realista y alargado, inclinado hacia delante para soportar el peso de la cruz sobre su hombro izquierdo, y con la pierna derecha adelantada, dando la sensación de avanzar. Se acentúa en esta el sentimiento de tristeza y mirada penetrante que consiguen la emoción del espectador. Nos encontramos ante una escultura procesional de vestir con brazos articulados.

Cejas arqueadas, nariz larga y fina, boca entreabierta y tallada milimétricamente, barba oscura, tallada y bífida. Cuello con venas y tendones marcados. Manos con una perfecta anatomía, representándose claramente las venas, tendones y músculos. Los pies están igualmente trabajados. Policromía clara y mate, cuerpo blanquecino, salvo los pómulos y la frente que presentan toques oscuros, prestándose especial atención al colorido de las venas y de los escasos hilos de sangre que caen por la nariz, las comisuras de los labios y el cuello.

El resto del cuerpo está recubierto por una capa de preparación blanca con estructura humana sumamente simplificada, careciendo de un correcto modelado anatómico. Así, se pueden distinguir las piezas que conforman el embón, evidentes por las importantes grietas que presenta en la zona del pecho, la espalda, la cabeza y mascarilla, y los miembros inferiores. Por otro lado, los miembros superiores los forman manos, brazos y antebrazos articulados entre sí. El torso y las caderas, constituidos por piezas independientes, se unen por una doble cola de milano y una pletina metálica en la zona de la cintura; y en las extremidades son también apreciables las grietas como consecuencia de las causas antes mencionadas. Aspecto que, al parecer, se intentó subsanar con la incorporación de una serie de pletinas de hierro forjado clavadas directamente a la estructura y que rodean las caderas y los muslos de la figura. Este mismo elemento aparece como soporte y sujeción para la cruz.

IMAGEN DEL CRISTO YACENTE

En construcción.